Antoniolimpia, que mala noticia
Juan Miguel Ramírez Sarabia. Cádiz, 1927. Cantaor. En posesión de jondura integral, pese a no tener apenas antecedentes familiares en el flamenco. Hubo quien lo tomó por gitano, pero no lo es. Nació, eso sí, en el mítico barrio de Santa María, y allí convivió desde niño con toda la gitanería gaditana. Ni siquiera conserva una idea precisa de su inicial contacto con el arte flamenco. "Me encantaba bailar desde chiquillo, porque yo bailaba. De niño bailaba, daba mis vueltecitas. Me acuerdo que me decía Ignacio Espeleta, me decía que era el cohete, cohete, porque bailaba mu nervioso. Tó esto te estoy hablando de chiquillo, cuando tenía cinco o seis añitos". Y en los días de carnaval formaban como una compañía en que iban la Perla, los hermanos Jineto, Curro la Gamba, Rosario la de Ojitos, María la Ñaña, esos flamencos del barrio, se vestían y se iban por ahí. Pasó del baile al cante, primero para acompañar a los bailaores -en lo que ha sido quizás el mejor de la historia- y desde hace años ya en solitario. El dato de que acompañó durante dieciséis años al bailarín Antonio es significativo sobre su bondad para el baile. Y sin embargo como cantaor de alante es largo, lo canta prácticamente todo y casi todo muy bien, de la siguiriya a las tonás, la farruca y el garrotín, los cantes de ida y vuelta , y por Cádiz es un maestro indiscutible. "Y a toda la gama estilística, Chano Lobato le injerta su personalidad, entregándose cada noche al rito del cante con verdadera intensidad anímica. De ahí que los oles se sucedan a lo largo de sus numerosas actuaciones y el público vibre con su enduendada forma de decir la copla. Chano Lobato es un artista que se emociona con su cante, que se embriaga con él y consigue transmitir rápidamente a los cabales sus esencias más puras" Ríos Ruiz . En 1986 mereció, en mérito a su trayectoria artística ejemplar, la III Distinción Compás del Cante.
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