Érase una vez...


...en la Francia ocupada por los nazis...


Dos años después de la imprecisa 'Death Proof', el genio Tarantino recupera su esencia más característica con este filme tan esperado por todos. Ambientado en la Segunda Guerra Mundial, en 'Malditos bastardos' se cruzan dos historias completamente diferentes pero relacionadas entre sí. Por un lado tenemos a una sorprendente Shosanna Dreyfus (Mélanie Laurent), quien presencia la ejecución de su familia judía y por el otro a Aldo Raine (Brad Pitt), un teniente que organiza un grupo de soldados judíos para simplemente matar a todos los nazis que puedan.

Tras unos créditos iniciales al más puro estilo 'Pulp Fiction', el filme da a entender de que se dividirá por capítulos (en concreto cinco), como ya pudimos ver por ejemplo en 'Kill Bill', aunque eso sí, esta vez respetando el orden cronológico. Otra gran referencia suya que se nos presenta al inicio del primer capítulo, son esos extensos –pero interesantísimos e hipnóticos- diálogos marcados con primeros planos, donde se nos presenta al mejor personaje de la película sin lugar a dudas, el coronel nazi Hans Landa (Christoph Waltz) y ya de paso se nos prepara para acomodarnos y disfrutar de un espectáculo jodidamente bueno.

Brad Pitt hace los honores de empezar el segundo capítulo, de homónimo título al de la cinta, presentándonos a su cuadrilla de "bastardos", que matarán sin piedad a cualquier nazi que se interponga en su camino. A partir de aquí se abre la veda abiertamente a las escenas de acción y violencia. Bien es cierto que están justamente repartidas a lo largo de la película, pero cuando aparecen da la sensación de que a Tarantino se le ha ido este tema un poco de las manos mostrándonos sin piedad cabezas reventadas o cabelleras cortadas de cuajo como si de filetes de lomo se tratasen.

Sangre aparte, el verdadero logro de Tarantino es haber vuelto a la perfección en sus diálogos marca de la casa y no ese guión basura que nos mostró en 'Death Proof'. Sin importar su duración, simplemente por esos "face to face" en el restaurante o en la taberna (oh, el capítulo de la taberna) merece la pena haber pagado la entrada. Tampoco se deja a un lado la comedia, ya que Brad Pitt y Eli Roth son sinónimo de ello en casi toda la cinta.

Otro punto muy a favor de 'Malditos Bastardos' recae en su ambientación y en los decorados del París en la Segunda Guerra Mundial. Magnífico el trato en ese sentido al interior del cine o al vestuario de cualquier personaje por citar un ejemplo. En todo momento se nota que de medios va sobrado el filme y si a ello le sumamos una banda sonora que nos recuerda a 'Kill Bill', un temazo de David Bowie o pequeños regalos en la partitura de Ennio Morricone… pues éxito asegurado.

En fin, aunque se haya arriesgado a jugar con la historia o que peque ligeramente en su duración (dos horas y media), 'Malditos bastardos' es -en términos "tarantinianos"- jodidamente espectacular -, y estoy completamente convencido de que está llamada a ser la película del año.

4 comentarios:

  1. la veo ahora mismo por internete y te cuento

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  2. manipular asi la historia si que mola y no intereconomia tv. Gran pelicula

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  3. por cierto que soy yo hermano que no he puesto nombre

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