mucho tiempo tuve que perderme para llegar

el hastio de la deseperanza
de un bien mal conseguido
y aunque
y ahora que estoy solo
tras años de soledad
mis palabras ganan el quieren
a un sentido pudor de piedad.
acariciar tu cara y gracias doy
perdido pero a tu lado
ojos de cristal oscuro
que tuve que alejarme para ver.
tus manos aguantan firme la señal
 de que para qué y de que por qué
limitado a tu franqueza en un remedio
que pasaré y a seguir ya sin mi olvido
sin mi indiferencia,
en la tesitura que amo y odio,
no presentí la infamia de mi razón
llegando a la sublime intención de lo que quise pretender
brillando todo lo que se puede contemplar
saliendo a pasear  por encima de la experiencia
ninguna palabra vale más que tu hermosura



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